La Comisión Europea prevé sacar adelante una serie de normas más duras para el transporte de ganado y otros animales, que estiplen unas condiciones mínimas en los camiones y otros medios de transporte por el bienestar de estos animales.

La directiva de enero de 1998 relativa al bienestar de los animales en los trayectos no ha sido cumplida a rajatabla por todos los países comunitarios, a pesar de que el Ejecutivo ha reforzado los controles en estos vehículos y ha nombrado a un mayor número de inspectores.

Esta normativa comunitaria fijaba que los animales transportados debían tener alimentación, agua y reposo suficiente ada ocho horas de recorrido.

El endurecimiento normativo responde a las quejas de los defensores de los animales en Europa, que denuncian el incumplimiento de la directiva, especialmente en el caso de los caballos y las reses destinadas al consumo.