Además, el Ejecutivo europeo dará el visto bueno a la decisión del COI de reexaminar la lista de sustancias pohibidas en el mundo del deporte y estudiará la realización de pruebas anti-dopaje fuera de las competiciones y la dirección de las investigaciones sobre este fenómeno.

Romano Prodi, presidente de la Comisión, pretende así "limpiar" la deteriorada imagen del deporte en Europa, aunque se teme que la creación de un organismo internaciona pueda dar lugar a disputas si los estados miembros se ven obligados a modificar su legislación.