La última directiva fijó el cambio horario para el periodo 1997-2001, de tal forma que los relojes se adelantan en la madrugada del sábado al domingo del último fin de semana de marzo y se atrasan una hora en la madrugada del sábado al domingo del úlimo fin de semana de octubre.

La nueva directiva prorroga esta misma pauta hasta el año 2006, con el objetivo de que todos los países de la UE realicen el cambio de hora en las mismas fechas, para garantizar el buen funcionamiento del mercado interior.

El objetivo del cambio horario es lograr una mayor eficiencia energética, aprovechando al máximo las horas diurnas y reduciendo el consumo energético.