La propuesta adoptada por el Ejecutivo persigue, por una parte, garantizar la compatibilidad del sistema comunitario con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y ofrecer un instrumento eficaz para asegurar el bienestar de los animales.

Esta propuesta modificará la actual Directiva 6/768/CEE del Consejo sobre el acercamiento de las legislaciones de los Quince en relación a los productos cosméticos. Su objetivo es zanjar definitivamente la cuestión de la experimentación animal en el sector de los productos cosméticos, asunto que tiene una importancia fundamental para Bruselas.

Por un lado, es necesario vigilar que estos productos sean inocuos para los seres humanos, y por otra, la experimentación es criticada por las asociaciones de defensa de los animales, que afirman que éstos on torturados para satisfacer una vanidad humana inútil.

Una iniciativa de la Comisión apoya la investigación acerca de métodos y técnicas alternativas a la experimentación con animales, como una vía para resolver este dilema.

De esta manera, la Comisión Europea propone, a partir del 1 de julio de este año, una prohibición permanente y definitiva a este tipo de experimentos con animales para productos cosméticos acabados. Esta decisión responde a las exigencias éticas en materia de respeto de la ida, defendidas tanto por la opinión pública europea como por el Parlamento Europeo.

Una futura directiva sobre este veto absoluto entraría en vigor en los Quince tres años después de la transposición de la misma a las legislaciones nacionales.