"Los desafíos energéticos del siglo XXI exigen una respuesta común de la UE. La UE es un factor esencial para conseguir una energía sostenible, competitiva y segura para los ciudadanos europeos. Un planteamiento común, articulado con una voz común, permitirá que Europa lidere la búsqueda de soluciones energéticas", subrayó el presidente de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso.

"La realización del mercado interior, la lucha contra el cambio climático y la seguridad de abastecimiento son desafíos energéticos comunes que exigen soluciones comunes. Es la hora de una nueva política energética europea", declaró a su vez el comisario de Energía, Andris Biebalgs.

Sobre esta base, el Libro Verde esboza una política europea capaz de responder a los tres objetivos fundamentales de la política energética: desarrollo sostenible, competitividad y seguridad de abastecimiento.

La Comisión subraya la necesidad de una política energética exterior común. Frente a los desafíos de una demanda creciente, de unos costes altos y volátiles, de una dependencia de las importaciones cada vez mayor y del cambio climático, Europa necesita hablar con una sola voz en la escena internacional.

Con este fin, la Comisión propone que su revisión estratégica de la política energética debería definir las infraestructuras prioritarias a efectos de la seguridad deabastecimiento de la UE (incluidos gasoductos y terminales de gas natural licuado-GNL) y acordar acciones concretas para garantizar su realización.

COMUNIDAD PANEUROPEA

Asimismo, esta revisión de la política energética tendría que fijar una hoja de ruta para la creación de una Comunidad Energética Paneuropea con un espacio regulador común; que redefinir, en relación con los socios de Europa, incluida Rusia, principal suministrador de energía a la UE, un planteamiento que refleje la interdependencia mutua, y por último, debería proponer un nuevo mecanismo comunitario que permita reaccionar de forma rápida y coordinada ante situaciones de emergencia en el suministro exterior de energía.

Otros ámbitos prioritarios son avanzar en la creación de una red energética europea, un plan europeo de interconexiones prioritarias, un regulador europeo de la energía y nuevas iniciativas que garanticen condiciones de competencia equitativas, en particular en cuanto a la desagregación de las redes a efectos competitivos. Las propuestas concretas a este respecto se presentarán antes de fin de año.

También, garantizar la solidaridad entre los Estados miembros, aumentando las reservas de petróleo y gas; conseguir una combinación energética más sostenible, eficiente y diversificada.

La UE propone, en otro punto, el posible contenido de un Plan de Acción de Eficiencia Energética que la Comisión adoptaría a finales de este mismo año. Este Plan de Acción definiría las medidas necesarias para que la UE ahorre el 20% de la energía que de otro modo consumiría en 2020.

Además, se propone que la UE elabore una nueva hoja de ruta para las fuentes de energía renovables en la UE, con objetivos para 2020 y años sucesivos, con objeto de crear un marco estable para la inversión que permita generar energías renovables más competitivas en Europa.