Con el fin de conseguir una explotación responsable de los recursos pesqueros, el Consejo Europeo estableció en 1999 las condiciones de pesca de determinadas especies en aguas europeas y extracomunitarias. Estas medidas, incluidas en la Política Pesquera Común, determinaban las cuotas d pescado que las flotas nacionales podían apresar en 2000.

La Comisión advirtió a España el pasado julio de que sus buques habían sobrepasado la cantidad de merlán fijada para las aguas del oeste irlandés. El Ejecutivo europeo, en consecuencia, consideró necesario interrumpir la pesca de esta especie en la llamada división VII b de la Conferencia Internacional para la Explotación del Mar.

El reglamento de la UE impide la pesca, conservación a bordo, transporte o desembarque de merlán irlandés en uques españoles o registrados en España.