Sin embargo, la reforma del sistema de voto en el Consejo Europeo propuesto por la Convención, en contrade lo defendido con vehemencia por el Gobierno español, supone únicamente un "detalle" que "no puede poner en cuestión el éxito", en palabras del diputado y miembro de la Convención Gabriel Cisneros.

El portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Gerardo Galeote, y el propio Cisneros subrayaron en rueda de prensa que el sistema de voto propuesto por la Convención supone de hecho un incremento del peso de España a la hora de tomar decisiones, pero que el Ejecutivo se ha opuesto al entender que es injusto especialmente para los países pequeños y para los de nueva incorporación, reabrir lo acordado en el Tratado de Niza cuando éste ni siquiera ha terminado de aplicarse.

Galeote resaltó que no sólo España se ha opuesto a este punto, sino que también lo han hecho 18 de los 25 países miembros y candidatos que han participado en los trabajos constitucionales y, en cualquier caso, recordó que la decisión final al respecto corresponde a la Conferencia Intergubernamental en la que los jefes de Gobierno deberá aprobar definitivamente el tratado constitucional.

En cualquier caso, el portavoz popular en Europa indicó que la reacción básica del PP ante el texto aprobado es de "enorme satisfacción". "Es un gran éxito para Europa y para nuestro país". "La 'generación ABC', Aznar, Blair, Chirac, deja como aportación el euro, la reunificación europea y una Constitución para Europa", afirmó.

La inviolabilidad de las fronteras internas de la Unión, el espacio común de seguridad y justicia, las medidas antiterrristas, la creación de las figuras del presidente estable del Consejo y del ministro de Asuntos Exteriores, el reforzamiento del Parlamento Europeo y del papel de los parlamentos nacionales y el inicio de una política de defensa común son algunos de los aspectos más positivos del trabajo de la Convención y que, según Galeote, en su mayor parte fueron iniciativa del PP español, a través del Partido Popular Europeo, que "hizo suyas" las propuestas españolas.

Gabriel Cisneros consideró que no ha existidouna batalla entre el Consejo y la Comisión para ver quién se quedaba con más poder, sino que "la gran institución emergente" de la Convención es el Parlamento Europeo y que se ha conseguido un "equilibrio" entre las tres instituciones.

En cuanto a la posibilidad de que José María Aznar pueda ser designado presidente del Consejo Europeo en un futuro próximo, Cisneros dijo que, en su opinión, ese cargo "no está en su horizonte personal".

Cisneros también tuvo palabras para la actitud contraria a lo intereses españoles de la que tiene fama el presidente de la Convención y ex presidente francés, Valery Giscard D'Estaing, de quien dijo que durante los trabajos ha tenido "cierta inclinación a hacernos representar a los malos de la película".