El Ejecutivo europeo asegura que, en el caso de Portugal, el 105 por ciento de las aguas de baño costeras y el 79 por ciento de las interiores no respetaban la normativa comunitaria. Además, denuncia que las autoridades lusas no realizaron los controles exigidos por Europa.

Por lo que respecta a Finlandia, la Comisión señala que cuatro zonas de baño de la provincia de Aland no responden a los parámetros fijados por la directiva europea, y que tampoco se han llevado a cabo los controles pertinentes.