En el caso de que alguno de los Quince no esté de acuerdo con su comercialización, la investigación pasaría a la Comisión Científica de Alimentación de la Comisión Europea. Esta, formada por un grupo de expertos independientes, estudiará todos los aspctos técnicos y científicos de la cadena de producción del alimento, especialmente los relacionados con la toxicología e higiene.

Con esta legislación, la UE espera garantizar la calidad de los alimentos que circulan dentro de sus fronteras con el fin de garantizar la "buena salud" del mercado único.

Gran Bretaña se ha mostrado muy satisfecha con esta legislación comunitaria. Los controles han sido calificados de extremadamente rigurosos por Janet Bainbridge, directora del organismo británico quese encarga de la evaluación y aprobación de nuevos productos.