Una de las medidas que contempla la resolución es la cooperación policial entre las autoridades del país organizador del partido y las de los equipos participantes. Si la policía del país anfitrión solicita ayuda, las policías de las partes participantes deberán facilitar un perfil de los aficionados visitantes y vigilar a los aficionados considerados peligrosos dsde el inicio del viaje. Además, se nombrará un oficial de enlace que se encargará de intercambiar información entre todas las policías implicadas.

Con el fin de informar al público sobre cómo protegerse, la policía mantendrá una estrecha colaboración con los medios de comunicación, servicios municipales, administración nacional y organizaciones de fútbol.

Sobre la venta de entradas, el Consejo indica que se atribuirán a los aficionados las localidades dependiendo de su equipo, se luchará contra a venta de entradas falsas y no se permitirá la venta de todas las localidades, para dejar un margen de seguridad.

Las entradas informarán sobre detalles como los objetos que no pueden introducirse en los estadios y las medidas que se adoptarán contra cualquier conducta peligrosa.