No obstante y pese a la ausencia de informaciones de primera mano, la Comisión Europea cree deducir -a través de lo reflejado en los medios de comunicación- que el proyecto de la central marroquí prevé la creación de un reactor de 10 megavatios de potencia, que contará con el apoyo de China. El objetivo de esta cooperación, creeel Ejecutivo comunitario, es la desalinización de agua marina en Tan-Tan y el modelo de planta a emplear sería muy similar a los de la antigua Unión Soviética.

Medina pone de relieve que el acuerdo para construir tal central fue firmado en diciembre de 1998 y, para su sorpresa, las autoridades españolas no se han pronunciado al respecto "desde que se conocieron los hechos y a pesar de la peligrosidad de este tipo de centrales".

En este sentido, el eurodiputado socialista recuerda el accidente de hernobil y "la reacción de algunos países de la Unión Europea frente a la instalación o mantenimiento de otras centrales nucleares en países vecinos de Europa central y oriental, como es el caso de Eslovaquia o Eslovenia".