Según informó este jueves la Comisión Europea, esta ayuda tiene como objetivo prestar una asistencia vital a las personas afectadas por conflictos y a las comunidades que acogen a personas que han tenido que huir, dar protección a personas vulnerables y apoyar el respeto del derecho internacional humanitario y los principios humanitarios, respaldar medidas de respuesta a las crisis alimentarias y la desnutrición aguda grave en niños menores de cinco años, mejorar la respuesta inmediata en cuanto a servicios básicos a la población más vulnerable, en materia sanitaria y educativa, y reforzar la preparación de las comunidades frágiles frente a crisis.

En ese sentido, el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarčič, constató que “hay una compleja crisis humanitaria que sigue afectando a la población de África Occidental y Central”, como lo atestigua el hecho de que sean “sistémicas las graves violaciones de derechos de los niños, la violencia de género, los secuestro y agresiones, las detenciones arbitrarias y las ejecuciones extrajudiciales”.

De este modo, “las necesidades humanitarias se ven exacerbadas por una crisis alimentaria sin precedentes, catástrofes naturales, el cambio climático y la pandemia”, por lo que la ayuda de la UE se empleará para “paliar necesidades básicas sobre el terreno, en particular mediante el suministro de alimentos, asistencia sanitaria y ayuda a la protección, así como un mejor acceso al agua potable”.

Esta ayuda se enmarca en el apoyo general que la UE presta a la región, especialmente a través de las contribuciones del ‘Equipo Europa’ a la respuesta mundial al coronavirus, el apoyo al esfuerzo de distribución de vacunas a través del Mecanismo Covax y otras medidas a largo plazo para reforzar sistemas sanitarios frágiles.