El Ejecutivo comunitario había prohibido las exportciones de carne bovina desde marzo de 1996 dentro de a lucha contra la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), más conocida como el mal de las "vacas locas".

La comisaria responsable de Salud de los Consumidores, Emma Bonino, en estrecha colaboración con los comisarios de Agricultura, Franz Fischler, y de la Lucha contra el Fraude, Anita Gradin, informó a los Estados del resultado de las investigaciones, y les incitó a "reforzar los controles de importación de carne bovina y a colaborar estrechamente con los inspectores de la Comisión", según informa u comunicado de prensa.

Emma Bonino también transmitió a las autoridades británicas las conclusiones del informe de la inspección recordando su obligación del respeto a la prohibición de la carne bovina.

La Comisión está examinando actualmente si la ineficacia manifiesta de los controles debe ser objeto de un procedimiento de infracción.

El Ejecutivo también está en contacto con los países "importadores" y les suministrará "todo el apoyo en los procesos policiales y judiciales contra las prácicas fraudulentas que están en la base de las exportaciones ilegales".