La Comisión considera que el régimen de garantías de Estado que se pondría en marcha en Bélgica es compatible con las reglas de la ayuda de Estado.

Según el protocolo acordado por las Regiones de Bélgica y la Asociación Belga de bancos, el sector bancario podrá otorgar créditos a las empresas saneadas que padezcan problmas de tesorería, debidos a la desestabilización del mercado por la contaminación alimentaria con dioxina y las medidas tomadas en la crisis.

Este régimen de créditos estará apoyado por el sector público, que acordará una garantía parcial del 50%, y el sector bancario, que asumirá el 50% de riesgo del crédito y renunciará a su margen habitual sobre la tasa de interés.

La suma máxima de los créditos será de 20.000 millones de francos belgas (82.000 millones de pesetas), con un máximo de 50 millone por empresa (205 millones de pesetas), y 5 años de duración.