El comisario ha decidido dejar esta normativa en manos de los gobiernos nacionales para o entrar en conflictos, según informa la prensa británica, que ha felicitado a los comisarios por su reciente mayor sensibilidad para con los gobiernos nacionales.

Según un artículo publicado en el diario "The Daily Telegraph", "Jacques Santer estará contento con la decisión de Kinnock, ya que el pasado mes de junio, cansado de tantas críticas al intervencionismo de la Comisión, prometió que desde ahora Bruselas hará menos pero mejor".

La ley pretendía reducir el nivel máximo a 0,5 miligramos de lcohol en la sangre. Esto significa que cualquiera que condujera después de haber bebido un vaso y medio de cerveza o medio vaso de vino hubiera dado positivo. El Gobierno británico y otros gobiernos europeos pensaron que eran medidas excesivas.