En su misiva, la UCE señala que la reciente regulación era necesaria y positiva para el mercado del cable en España, pero se ha aprovechado para derogar la legislación sobre antenas colectivas, situándo a sus usuarios de forma artificial en una posición de desventaja frente a los abonados al cable.

Dicha desventaja para desarrollar la TV terrestre y por satélite frente al cable, añade la oranización de sonsumidores, no se justifica, ya que ambas tecnologías tienen "posibilidades de prestación de servicios equiparables".

Además, recuerda que el cable siempre exigirá un coste para el usuario adicional a las antenas colectivas, aunque sólo sea el del servicio del cable-operador, mientras que la TV terretre-satélite garantiza canales absolutamente gratuitos.

Según UCE, si se quiere recuperar la libertad de elección del ciudadano y la competencia leal entre sistemas, el Gobierno debe reonocer la recepción de TV en su globalidad y en consecuencia aceptar las distintas formas que el mercado ofrece.

También demanda una regulación específica para que cada sistema pueda desarrollarse plenamente, dejando sin efecto la derogación de la Ley de Antenas Colectivas de TV.