Rubio declaró a la Cadena Ser que los sistemas de seguridad funcionaron bien, incluida la reacción de los agentes de guardia inmeditamente después de que varios presos provocaran el fuego.

Según el subdelegado, el visionado de las imágenes del suceso grabadas en el circuito cerrado de televisión permiten ver "con bastante claridad" el desarrollo de los acontecimientos.

De acuerdo con su versión, tanto el patrón como el guía de la patera iniciaron fuego en una celda para crear confusión y retuvieron al resto de los 15 inmigrantes que ocupaban el calabozo para salir todos en tromba cuando el humo fuera mayor.

El problema ue, añadió Rubio, que el fuego cobró unas dimensiones mucho mayores de lo que ellos habían previsto. Pero el subdelegado insistió en que el proceder del agente que vio el primer resplandor inicial de llamas fue adecuado: dio la alarma, volvió con las llaves y abrió la celda; también intentó lo mismo con el resto de calabozos, pero la concentración de humo se lo impidió y hubo que esperar a la llegada de los bomberos, que lo hicieron a los 7 minutos de iniciarse el incidente.

En cuanto a la circunstanca de que los retenidos tuvieran material para hacer fuego, Rubio dijo que a todos los presos se les registra, pero en casos como estos se les permite fumar, por lo que es posible que puedan disponer de un mechero o una cerilla.