En 2003, este tipo de alojamientos registraron algo menos de 4,5 millones de pernoctaciones, con un aumento de casi un 9% en el uso por parte de los españoles y un 9,6% en su utilización por parte de turistas extranjeros. El número de viajeros que utilizaron alojamientos de este tipo, sobrepasó los 1,3 millones, un 7,8% más que en 2002.

Del mismo modo, la oferta de alojamiento rural e incrementó en un 17,5% durante 2003, con una oferta media de 59.919 plazas a lo largo del año.

Los españoles que más apuestan por este tipo de alojamientos son los madrileños, seguidos de catalanes y valencianos, mientras que, entre los extranjeros, destacó el aumento en el turismo rural por parte de los alemanes y los procedentes de los Países Bajos.

Casi la mitad de las pernoctaciones se concentraron en los meses de julio, agosto y septiembre, principalmente en las comunidades autónomas de Catilla y León, Cataluña y Cantabria.