El proyecto de ley prevé una serie de requisitos, relativos a la amplitud de los establecimientos en función del número de plazas, los servicios o las cocinas, de obligao cumplimiento para la denominada oferta complementaria. La normativa prevé un plazo que oscila entre los 3 y los 18 meses para que los locales se adapten al plan.

El proyecto tiene como punto de referencia el Decreto Regulador de la Oferta Complementaria, aprobado por el Ejecutivo regional en enero de 1992. Esta normativa ha regido la apertura de cualquier local posterior a esa fecha.

El Plan de Modernización de la Oferta Complementaria, según explicó a Servimedia el consejero balear de Turismo,José María González Ortea, es "una actualización realista de la normativa para todos los establecimientos, adecuándose a las necesidades de los más anticuados". González Ortea aseguró que "no pediremos imposibles, ya que el plan prevé excepciones en determinados casos".

El Gobierno balear controlará el cumplimiento de la nueva normativa inspeccionando en primer término todos los bares, cafeterías y restaurantes que hayan sido objetivo de alguna denuncia. Posteriormente, los técnicos autonómicos revisaán los establecimientos que lo soliciten de manera voluntaria. En una tercera fase, el Ejecutivo autonómico inspeccionará todos los establecimientos de Oferta Complementaria de las islas por orden de antigüedad. En todos los casos se trata de locales con fecha de apertura anterior a 1992.