Según la citada nota, "el ritmo actual de las obras permitirán la inauguración del Túnel en un término inferior a 45 días lo que es un motivo de satisfacción para el Gobierno ya que supondrá una mejora considerable para el conjunto de comunicaciones viarias de Mallorca". El Ejecutivo balear, presidido por Gabriel Cañellas, adjudicó el proyecto de construcción, conservación y explotación del Túnel de Sóller al empresario Antoni Cuart el 18 de noviembre de 1988 por 4.500 millones de pesetas. Los términos de la concesión fijaban el término de las obras el 23 de febrero de 1991.

La empresa de Cuart fue pidiendo sucesivas prórrogas al Gobierno regional. Su mala situación financera desembocó en la quiebra de la compañía en junio de 1994. El levantamiento de la quiebra s saldó con la adquisición de la mayoría de las acciones por parte de Fomento de Construcciones y Contratas, que se hizo cargo del proyecto en el verano del 94 y que será la empresa que finalmente culmine el Túnel.

La obra del Túnel de Sóller supone la comunicación de localidades hasta ahora aisladas en la Sierra Norte de Mallorca. El paso por el Túnel obligará al pago de un peaje todavía por definir. Los problemas en los que se ha visto inmerso el proyecto han provocado que el presupuesto inicial hayasido superado en más de 2.000 millones de pesetas. El Gobierno Balear está estudiando la posibilidad legal de compensar a la empresa Fomento de Construcciones y Contratas el citado incremento.

El hallazgo de una factura falsa de la compañía de Antoni Cuart motivó la apertura de una causa penal para investigar la adjudicación del Túnel por parte del Gobierno Balear. Las investigaciones policiales detectaron supuestos pagos de la empresa de Cuart, por valor de 50 millones de pesetas, que fueron a pararaltos cargos del Partido Popular de las islas.

El Tribunal Superior investiga los presuntos delitos de prevaricación y cohecho que pudieron cometer, entre otros, el entonces presidente Cañellas, que dimitió en agosto del 95 al estallar el escándalo.