"El Tunecino" se lo "compró" a Mauricio Andrés Soto Gómez, quien lo había robado en octubre de 2003 de un aparcamiento en Benidorm. El coche, propiedad de la compañía Hertz, había sido alquilado por un turista.

Ya en Madrid, el delincuente se pone en contacto telefónico con un comprador cuya identidad desconocía y que le emplazó a quedar en los alrededores de la Plaza de Las Ventas. Hasta allí llega en un coche un hombre de 1,90 de estatura y entre 35-40 años de edad que Mauricio Andrés Soto identifica como "El Tunecino" cuando es detenido por la Policía casi año y medio después, el 21 de junio de 2004.

El 13 de junio de 2004, tres meses después de los atentados, funcionarios de la Comisaría de Alcalá de Henares, avisados por vecinos, que sospechan del tiempo que lleva el vehículo en el mismo sitio, incautan el Skoda Fabia. Este se encuentra aparcado muy cerca de donde estuvo aparcada el 11-M la famosa furgoneta Renault Kangoo que también sirvió para transportar a los autores de la matanza.

Inicialmente, los policías no observan nada raro y por ello telefonean a Hertz para que se haga cargo del vehículo. Es en las instalaciones de la compañía cuando un operario de la misma, al iniciar la tarea de limpieza, observa una casseette con caracteres árabes y un maletín en el maletero del vehículo.

A partir de ese momento, Hertz avisa al 091 y hasta allí sedesplazan efectivos de la Comisaría de San Blas y luego del Tedax, gúias caninos, Policía Científica y miembros de la Brigada de Información de Madrid.

Luego, el vehículo es trasladado en grúa hasta el complejo policial de Canillas. Según el auto, se tomó declaración a todos los policías participantes y al personal de Hertz que descubrió los efectos que había en el vehículo.