EL TRIPLE HOMICIDA DE MALAGA MANIFESTO EN REITERADAS OCASIONES SU DESEO DE MORIR
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Juan París, el empresario malagueño que ayer se suicidó, después de asesinar a sus dos cuñados y a su hija de 5 años había manifestado, en reiteradas ocasiones su deseo de morir, según confirmaron hoy fuentes familiares.
El industrial, estaba separado de su mujer, recibía asistencia psiquiátrica desde el año pasado, fecha en que su hijo Manuel, de 18 años, sufrió un accidente en una piscina que le causó una tetraplejia; hecho del que siempre culpó a su ex mujer.
Juan París, que tenía contratados a dos guardaespaldas, al temer por su vida, había amenazado de muerte a sus cuñados en varias ocasiones. Su familia legó a grabar en una cinta las conversaciones telefónicas donde se recogen las amenazas.
Incluso, los familiares llegaron a solicitar un examen psiquiátrico para demostrar la peligrosidad del empresario, aunque un tribunal denegó hacerse cargo de la denuncia.
Tras los hechos del viernes, los familiares de los muertos se han planteado la posibilidad de adoptar alguna medida contra el juez que declaró mentalmente sano al triple homicida.
EXQUISITA EDUCACION
Juan París, hombre de exquisita edcación, según sus conocidos, había solicitado al periodista malagueño Héctor Barbotta que redactase un libro sobre sus memorias, en cuyo borrador explica que "creo que todo hombre tiene un límite en lo que puede aguantar y no sé cual será el mio".
"A veces, me pregunto como todavía no me he pegado un tiro. Si hasta ahora no acabé con mi vida, es porque mi hijo Manolo me necesita", afirmaba en el texto el homicida.
Su hija, a la que también asesinó, comenzó el pasado lunes un periodo vacacional juto a su padre, de dos semanas de duración, debido a la situación conyugal de sus progenitores.
El industrial tenía, además, una tercera hija, Yolanda, de 20 años, con la que no mantenía ninguna relación, porque defendió a su madre cuando se separó de él.
ENTIERRO
El obispo de Málaga, Ramón Buxarrais, ofició la misa por las almas de las víctimas, que eran personas muy conocidas y que gozaban de amplias simpatías en la ciudad.
Poco después de las cinco de la tarde, fueron enterrados los tresfallecidos de este trágico suceso, que conmocionó a Málag en su primer día de feria.
Por otro lado, Olaya Moya Gómez, la única herida en los hechos del Real Club Mediterraneo continuaba esta tarde en un estado de extrema gravedad, según confirmaron fuentes del Hospital Regional Carlos Haya.
Olaya Moya, de 12 años, recibió un disparo en la cabeza que le causó la pérdida de masa encefálica, lo que hace temer por su vida. La niña necesita respiración artificial y sus constantes vitales son casi nula.
(SERVIMEDIA)
10 Ago 1991
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