“Es complicado, pero la visibilidad tiene que estar presente” en las instituciones, justificó Pascual en una entrevista a Servimedia, recién desalojada por el PP como teniente de alcalde de la localidad sevillana de Valencina de la Concepción, donde llevó las concejalías de Igualdad, Medio Ambiente, Recursos Humanos y Memoria Histórica en un Gobierno de coalición con el PSOE con el que presume de haberse adelantado unos meses a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y de haber sido pionera en Andalucía.

“Di el paso adelante, independientemente de las creencias y la ideología que tengo, para dar visibilidad a que todas podemos llegar a cualquier sitio cuando nos lo proponemos”, explica Pascual, quien se contagió de la polio cuando era pequeña, con los años tuvo que caminar apoyada en un bastón. Ahora, a punto de cumplir los 62, lo hace en un tacatá, y es consciente de que su “final” es la silla de ruedas. “No hay ningún obstáculo ni ninguna traba para nadie si nosotras nos lo proponemos”.

“Hay problemas de accesibilidad hasta en los edificios municipales, y hay quien puede considerar que no eres lo suficientemente válida al verte con discapacidad, pero todo va en la preparación, el conocimiento y las ganas”, puntualiza. “Yo no voy a tirar nunca la toalla”.

Aunque se afilió a Podemos en 2014, su lucha reivindicativa viene de lejos. Ya en la facultad exigió que un ascensor que sólo podían utilizar los profesores se pusiera también a disposición de un compañero con discapacidad física al que había que subir y bajar todos los días en brazos. “Y lo conseguí”, presume.

Otra de sus cruzadas es que se respeten las plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida. “He llegado a empapelar coches que estaban ocupando plazas que no les correspondía. Me da igual quien sea”, advierte, poniendo un ejemplo muy concreto. Según su versión, en 2018 Zoido visitó Valencina, porque es amigo del recién nombrado alcalde, Ramón Peña Rubio, y se fue con él a tomar unas cervezas.

Trinidad Pascual, junto a la vicepresidenta Yolanda Díaz | Foto cedida por Trinidad Pascual

"QUÍTELO"

En esto que Pascual pasaba por allí y se encontró un coche oficial en el lugar reservado en la plaza del Ayuntamiento para vehículos de personas con discapacidad. “Me acerqué al bar donde estaba y le dije: ‘Disculpe, tiene el coche en una plaza para personas con movilidad reducida. Usted y yo somos cargos públicos y tenemos obligación de dar ejemplo. Quítelo. Y lo quitó”, relata la candidata al Senado.

Si ahora consiga el acta de senadora, se puede ir preparando el próximo presidente de la Cámara Alta, sea quien sea, porque una de las cosas que ha soliviantado en los últimos años a Pascual es haber visto a su compañero de partido Pablo Echenique sobre el suelo del Congreso. “Si estoy yo allí, me ponen una rampa hasta el escaño, y no me dejan ahí, aislada de todos”, asegura.

Y, si se cumplen las encuestas y Sumar no obtiene tres senadores por Sevilla, “pues a buscar trabajo”, apunta Pascual, que es licenciada en Geografía Urbana, documentalista y perito tasador. “Siempre he estado trabajando, nunca he estado en paro”, añade con el recurdo de que a veces también ha dado clases de francés.

La ex teniente de alcalde, nacida en Cataluña, de padres andaluces que regresaron antes de que ella comenzara la universidad (“Pensaron que si me quedaba allí no me veían más”), se estableció en Sevilla, conoció allí el amor, según sus propias palabras, y ahora es madre de dos hijos de 23 y 22 años. “Fui madre mayor por decisión propia. Primero tenía que divertirme, y ya después sentar la cabeza… de vez en cuando”, aclara, revelando y aportando pruebas gráficas de que hace unos días se montó en la carroza del Orgullo LGTBI que desfiló por Sevilla.

Desde su maternidad consolidada, Pascual recriminó al cabeza de lista de Vox por Sevilla a las elecciones andaluzas del año pasado, Javier Cortés Lucena, que en un debate organizado por la asociación Andalucía Inclusiva y con representantes de los principales partidos, lo primero que le preguntara fuera: “Siendo minusválida, ¿cómo has podido ser madre?”. Pese a excepciones como ésa, cree que ha conseguido que cuando habla con alguien su interlocutor se olvide de su discapacidad. “Queremos ser autosuficientes y a veces hacemos más de lo que deberíamos para demostrarnos lo que podemos hacer”, analizó.

Aunque ella dice que no es de Sumar, sino de Podemos, opina que ahora “hay que aglutinar” en la candidatura liderada por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, con quien llegó a compartir actos de campaña de las elecciones andaluzas de 2022.

“Dejemos de ser egocéntricos, de cada partido, y a unirnos todos. Si ha surgido Sumar, todos a Sumar. No estamos para perder votos. Cada uno podemos tener nuestra opinión sobre la exclusión de Irene Montero de las listas, pero debemos dejar eso al lado para hacer fuerza. Ya resurgiremos como Podemos”, remacha. Y, viniendo de alguien capaz de instar a un ministro a retirar su coche oficial, es un mandato a tener en cuenta.