En declaraciones a Radio España, el ministro insistió en la necesidad de abrir el Ejército a los inmigrantes, matizando que esto "no significa, como se ha dicho, que queramos poner a los extranjeros como carne de cañón".

Para hacer más atractivo el Ejército profesional, el ministerio está estudiando "mejorar la retribución" de los soldados profesionales.

"Es cierto que los sueldos son escasos", reconoció Trillo, "y que estamos en un mercado muy competitivo donde hay mjores ofertas de trabajo. De ahí que estemos tratando no sólo de mejorar esta retribución, sino de buscar un horizonte profesional que dé al soldado una estabilidad, no sólo en el empleo sino también en su desarrollo vital, profesional y familiar".

En cuanto a la externalización de servicios por parte del Ejército, entre ellos la vigilancia de instalaciones militares, el ministro explicó que "no se trata de que las guardias las tengan que hacer los vigilantes jurados".

"No hemos inventado nada nuvo, es algo que aplican los ejércitos de la OTAN desde hace tiempo, pero esto no puede confundirse con que vayamos a dejar convertido el Ejército en una especie de ONG para misiones exclusivamente humanitarias", agregó Trillo.