El tribunal anula la sanción impuesta por la Consejería de Presidencia del Gobierno canario, que ascendía a 1.500.000 pesetas. La importancia de esta sentencia radica en que son muchas las asociaciones de vecinos en el Archipiélago que practican este juego en sus locales, y hay un bun número de ellas que tienen sanciones en trámite.

Según constataron los inspectores del Gobierno canario, la asociación de vecinos vendía el cartón a diez pesetas. El premio del bingo asciende a 5.050 pesetas, y la asociación se queda con un 10% de la cantidad que se recauda.

La asociación de vecinos explicó durante la vista del juicio que el bingo es un juego tradicional, de carácter familiar y que no supone competencia alguna a las salas de bingo profesional, sino que es un modo de diversión ms.