De hecho, en la actualidad, existen alrededor de 23.000 consultas pendientes de resolver por parte de sus órganos decisorios.

Luzius Wildhaber, quien participó hoy en la conferencia "El Tribunal Europeo de Derechos Humanos; perspectivas y futuro", indicó que el potencial de aumento de consultas es casi "ilimitadoque se agravará, aún más, cuando los nuevos estados miembros hayan ratificado la Convención". En este sentido, dijo que no sólo aumentan cuantitativamente sino también cualitativamente.

A su juicio, existe un límite en el número de asuntos sobre los cuales un tribunal se puede pronunciar correctamente en un período de tiempo fijado. Puso el ejemplo de que, mientras que el Tribunal Supremo de Estados Unidos pronuncia unas noventa sentencias al año, este tribunal europeo alcanza las 900 sentencias anuaes.

"Esta es para mí una cifra preocupante y francamente excesiva, incluso si trata de asuntos repetitivos y sencillos de resolver. Es esencial que el Tribunal se vea dotado de medios para reducir la afluencia de asuntos, con el fin de poder concentrarse en su papel constitucional", se lamentó Wildhaber.

Para explicar este hecho, Wildhaber expuso un caso concreto: si el Tribunal Europeo debe verificar una infracción del artículo 3 (el cual prohíbe los tratos inhumanos en las prisiones) cada vez qe se denuncia un acto como éste en uno de los estados contratante, atascaría el sistema de manera "prácticamente irremediable, llegaríamos a dictar sentencias cinco o seis años después de la introducción de la consulta".

Finalmente, recordó que la función de este Tribunal es "preservar para toda Europa, miembros de la Unión y los que no lo son, un sistema de protección de los derechos del hombre que garantice de una manera efectiva su finalidad: salvaguarda y desarrollo de los derechos del hombre y delas libertades fundamentales, a través de la comunidad de Estados".