La autora de la decisión y presidenta de la División de la Familia dl Tribunal Supremo, Elizabeth Butler-Sloss, dijo ayer que "la paciente tiene el derecho, si no puede elegir ella misma, de que no le impongan cirujía drástica a menos que o hasta que se haya demostrado que es por su interés".

La joven discapacitada tiene serias dificultades de aprendizaje, un habla muy limitada y no puede vivir sola. Aunque la jueza dio la razón a su madre, de 55 años, sobre que no podría cuidar de ella siempre ni de un posible nieto, rechazó que hubiera argumentos ginecológicos, médios o psicológicos para que la joven fuera sometida a una histerectomía, por lo que recomendó que se tomaran otros medios para evitar su embarazo.