En un principio, el destino del avión de Iberia era Cuba, donde la cadena televisiva ha podido saber que el secuestrador iba a recibir un cursillo de adiestramiento y de seguridad. Este había salido del Líbano junto con otros dos compañeros hacia el aerouerto de Zurich (Suiza) y de allí, a Madrid.

En ese momento, el grupo decidió separarse. Los dos últimos súbditos palestinos optaron por regresar a Alemania y aprovechando un fallo en el control de pasaportes, viajaron en tren desde Madrid hasta el país. Allí fueron detenidos por la policía germana, tras el aviso de las autoridades españolas.

El súbdito libanés siguió los planes iniciales. A mitad del vuelo, sin embargo, optó por cambiar de estrategia. Secuestró el avión de Iberia y obligó al pilto a dirigirse a Estados Unidos. Según los interrogatorios del FBI, Mohamed Ibrahim admite pertenecer al grupo radical islámico Hamás, en concreto a una célula dedicada al sabotaje de aviones y otros actos terroristas.

La policía federal americana está comprobando la veracidad de sus declaraciones, así como otros datos que el libanés está aportando sobre grupos terroristas islámicos.