Las tres organizaciones ecologistas aseguran que el cultivo de organismos modificados genéticamente (OMG) en España se realiza en condiciones "escandalosas", tanto por la ausencia de medidas de precaución y la propagación de la contaminación a productos no transgénicos, como por el desconocimiento del destino de las cosechas.

En su opinión, el Gobierno no está tomando "las más mínimas precauciones" para proteger la salud de las personas, el medio ambiente y la agricultura sostenible. "Esta falta de voluntad política da rienda suelta a la actividad de las multinacionales de los transgénicos", denuncian.