Allí se sumarán a un grupo formado por tres oficiales de cada uno de los siete países que participarán en la misión de paz de la ONU en Bosnia, según informó hoy en el Congreso de los Diputados el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana.

Esta unidad de oficiales permanecerá en la antigua Yugoslavia por un periodo de entre 7 y 10 días, tras el cual informarán a las Naciones Unidas de las dificultades y circunstancias que hayan observado y que servirán al mando de los cascos azules" para planificar la misión. Posteriormente, la ONU decidirá el envío de la tropa internacional, que partirá en un periodo no superior a 20 días.

Solana explicó que esta es una de las medidas adoptadas esta madrugada por las Naciones Unidas, después de que el Consejo de Seguridad aprobase la resolución 776, que amplía el mandato de las tropas de la ONU desplegadas en los Balcanes e incrementa el número de efectivos hasta cerca de 6.000.

Estas tropas, además de vigilar los convoyes deayuda humanitaria, podrán proteger a las caravanas de detenidos que hayan sido puestos en libertad, a petición de la Cruz Roja.

La resolución 776, que fue aprobada con 12 votos a favor y las abstenciones de China, India y Zimbawe, también contempla la posibilidad de que los "cascos azules" puedan utilizar la fuerza para defenderse y contra aquellos que usando la fuerza les impidan cumplir su misión de paz, es decir, que no permitan el paso de los convoyes.

Solana señaló que la continuidad de los uministros de ayuda humanitaria atravesó por dos momentos muy críticos tras el derribo de un avión italiano y la muerte de dos "cascos azules" franceses, acciones que han provocado que en la actualidad esté suspendida.

No obstante, agregó que es necesario reiniciar los envíos de ayuda humanitaria por vía aérea y anunció que la ONU está estudiando la posibilidad de realizarla también por tierra, utilizando para ello grandes camiones, si vuelve a ser transitable la carretera que une Zagreb y Belgrado, tl como se comprometió la presidencia federal Yugoslava.

MEDIDAS HUMANITARIAS URGENTES

Aunque los países europeos son partidarios de su aplicación, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no aprobó sendas resoluciones que extremen el control sobre las armas pesadas y que prohiban los vuelos militares sobre Bosnia.

Asimismo, los miembros de la Comunidad Europea están de acuerdo con la adopción de medidas urgentes humanitarias, para colaborar con la Cruz Roja en el cierre de campos de concetración y en la evacuación de heridos, y en la constitución de un tribunal internacional que juzgue los crímenes de guerra.

Además, los países europeos propondrán a la ONU que apruebe otra resolución con la que se impida la participación de Yugoslavia en los trabajos de las Naciones Unidas. Para ello, al inicio de la Asamblea General de la ONU, la presidencia inglesa intervendrá en nombre de los 12 países europeos, haciendo pública su postura.

Solana señaló que para que la misión de paz en la antgua Yugoslavia se pueda desarrollar con más efectividad, es probable que Bosnia sea dividida en cuatro zonas, en una de las cuales actuarán los efectivos militares españoles.

Estos, al igual que el resto, estarán bajo el mando de la ONU, dirigidos por un general indio que, a su vez, estará en coordinación con el general francés que tiene el mando en Bosnia.

El jefe de la diplomacia española, que hoy compareció en la Comisión de Asuntos Exteriores a petición propia para informar sobre la Conferenca de Paz de Londres, aseguró que ese foro fue una pieza fundamental de la estrategia para conseguir la paz en los Balcanes y señaló que constituyó el inicio de un proceso de negociaciones que tiene su continuación en la actualidad en Ginebra.

Resaltó el alto índice de participación que tuvo la conferencia de Londres, "en la que estaban todos los que tenían algo que decir sobre Yugoslavia", incluidos los países islámicos, cuya presencia fue relevante, ya que la participación de 1.100 mujaidines en las ilas bosnias está provocando una creciente preocupación en los foros internacionales por su relación con el fundamentalismo.

En una valoración sobre las conclusiones de la conferencia de Londres, Solana resaltó la relevancia que tuvo el mensaje transmitido por los países participantes a las repúblicas en conflicto: "O están dispuestos a comportarse y vivir bajo las normas generales de la democracia y de los derechos humanos o la comunidad internacional tendrá que reducirles al ostracismo".

A su jicio, este mensaje fue oído y "escuchado" por las partes en conflicto, como demuestran algunas decisiones recientes, entre ellas el control de armas pesadas por las Naciones Unidas o el compromiso de reanudar los suministros a Sarajevo, que, dijo, hacen que los países europeos tengan un moderado optimismo sobre el fin de la guerra.