La cistitis es la infección urinaria más frecuente y afecta al 20% de las mujeres entre los 20 y los 40 años. Las infecciones de orina representan el 10% de las consultas al médico general y más de un 20% de las consultas al urólogo.

El 20% de las mujeres padecerá una cistitis en algú momento de su vida, y de éstas alrededor de un 4% serán infecciones de repetición, es decir, que presentan varios brotes durante periodos cortos de tiempo.

Según Manuel Sánchez Chapado, del Servicio de Urología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Madrid y miembro de la Asociación Española de Urología (AEU), aunque las infecciones urinarias son más frecuentes en las mujeres la incidencia se iguala en ambos sexos a partir de los 65 años.

La cistitis en una infección urinaria con escsos riesgos, pero con síntomas muy llamativos como deseos de orinar con mucha frecuencia, escozor o dolor al miccionar o al terminar de orinar, sangrado al terminar de orinar o dolor en el bajo vientre. "En muchas ocasiones, los signos empiezan a aparecer a las 24 o 48 horas de haber mantenido una relación sexual", explicó Sánchez Chapado.

Varios factores incrementan el riesgo de infección, como las relaciones sexuales, la utilización del diafragma y espermicidas, los problemas de extreñimiento y una igiene inadecuada. Los gérmenes que provocan la cistitis provienen del intestino de la propia mujer, que a través de la uretra alcanzan la vejiga originando la infección.

El tratamiento de la cistitis se realiza con antibióticos en una sola dosis o con una terapia de tres a cinco días. La AEU recomienda una serie de normas para disminuir la cantidad de microbios, como beber mucha agua, orinar después de las relaciones sexuales y regular el hábito intestinal.

Cuando la infección afecta al tracto uinario superior se denomina pielonefritis, infección del riñón que afecta aproximadamente al 8% de las mujeres. La pielonefritis hace su aparición con fiebre superior a 38 grados, dolor en el riñón y molestias similares a las de la cistitis.

Si se demora el tratamiento de este tipo de infección, se incrementa el riesgo de que los microbios pasen a la sangre y puede generarse una infección generalizada con una tasa de mortalidad importante.

La prostatitis o inflamación de la glándula proatática esla infección genitourinaria más habitual en el varón por debajo de los 40 años. También se manifiesta con problemas en la micción de manera más acusada y con fiebre elevada. Lo que caracteriza a esta infección es el gran desconocimiento de su etipatogenia, que conduce a interpretaciones diagnósticas erróneas. "El tratamiento de esta infección se realiza con antimicrobianos durante periodos no inferiores a tres semanas", señaló Sánchez Chapado.