Francisco Ortega, hermano del secuestrado, reconoció a los medios de comunicación que según pasan los días, la familia empieza a acostumbrarse a una situación que calificó de "inhumana".Agradeció a todos los españoles el movimiento social que se está viviendo últimamente en repulsa del terrorismo y en solidaridad con los secuestrados, algo que según dijo, a la familia les supone "anímicamente todo el soporte que necesitamos para llevar esto".

En la concentración se encontraban la esposa de José Antonio Ortega, Domitila Díez, los hermanos, familiares y amigos de la familia, el alcalde de Burgos, Valentín Niño, el arzobispo de Burgos, Santiago Martínez Acebes, y el presidente del Senad en funciones, Juan José Laborda, que afirmó que este tipo de iniciativas sigue siendo necesario porque demuestra que la población está contra ellos "lo que fortalece el convencimiento de que la negociación de ETA no tiene razón de ser".