La manifestación, organizada por colectivos afines al Grupo Independiente Liberal -partido de Gil y Gil-, quiso demostrar la adhesión del pueblo de Marbella hacia su alcalde electo, quien en los últimos tiempos se había mostrado dubitativo sobre su papel al frente de la Alcaldía.

Jesús Gil alcanzó la Alcaldía del Ayuntamiento de Marbella gracias a los más de veinte mil votos otorgados por los ciudadanos, covirtiendo a su partido, el GIL, en el grupo político mayoritario del Consistorio.

Este éxito electoral sin precedentes, llevó a Jesús Gil a querer copar varios escaños en el Congreso de los Diputados. No obstante, los marbellíes sólo le otorgaron carca de tres mil votos, sumando en el conjunto de la provincia pocos más de ocho mil.

Junto al descalabro electoral, la moral del polifacético Gil y Gil fue seriamente tocada después que el Tribunal Supremo confirmara una inhabilitación de dos meses par cualquier cargo público, que hasta el mes de septiembre le mantederá apartado de la Alcaldía.

En los últimos tiempos, Gil y Gil ha llegado a declarar que "no quiero ser el alcalde de una ciudad en decadencia", mostrando veladamente su temor por el resultado de la manifestación del viernes y de su eficacia.

PRESION SOCIALISTA

Los colaboradores de Gil, así como los organizadores de la manifestación, consideran que el presidente del Atlético de Madrid está sometido a una fuerte presión por las ditintas administraciones socialistas, que a su juicio están "colpasando el Ayuntamiento".

"Estaríamos ciegos y sordos si no viésemos todo cuanto este hombre ha hecho por Marbella y su municipio; es casi implensble de creer que haya alguien humano con esta capacidad, y lo tenemos en el pueblo: es nuestro alcalde", proclamaba el manifiesto repartido entre los congregados.

Alguno de los manifestantes esperaron encontrarse en el acto con Gil y Gil, de vacaciones en Marruecos. "Será terrible para Marbela que el alcalde se canse y nos deje", afirmó una señora.

Consignas a favor de Gil y en contra de lo que consideran obstáculos para la gestión del presidente colchonero, sirvieron de caldo de cultivo generardor de confianza para el ahora inhabilitado alcalde.

Los organizadores del acto reivindicativo de la figura de Gil y Gil mostraron su satisfacción por haber logrado reunir en la manifestación a empresarios, trabajadores y otros colectivos sociales de Marbella, y calificaron la concentración d "éxito".

Según los cálculos oficiales, a la manifestación acudieron más personas que las que depositaron la confianza en Jesús Gil en las Elecciones General del 6 de junio, hecho que sin duda alguna ayudara a restablecer las horas bajas del alcalde marbellí.