Las labores de protección de los mandatarios comenzaron esta misma mañana con la llegada del presidente de Ecuador, Rodrigo Borja, a la capital de España.

El despliegue de seguridad se efectuará durante tres días en las tres ciudades por las que pasarán los mandatarios iberoamericanos: Madrid, Barcelona y Sevilla.

Los tres cuerpos de seguridad (Policía Nacional, Guardia Civil y Policí Municipal) estarán coordinados en los tres enclaves principales.

La Dirección General de Tráfico formará parte de la red de seguridad en aquellos itinerarios que se sitúan fuera de las ciudades, como son los accesos a los aeropuertos de Barajas y El Prat, que se verán afectados por cortes de tráfico.

Cada jefe de Estado contará con un grupo de escolta fijo que les acompañará permanentemente allá donde se desplacen. Además del refuerzo de efectivos policiales que ya existe en Sevilla y Barcelona on motivo de la Expo 92 y de los Juegos Olímpicos, las dos ciudades estarán más vigiladas el día en que los distintos jefes de Estado las visiten acompañados del Rey.

La organización de la vigilancia será, segun Interior, similar a la que se realizó durante la Conferencia de Paz sobre Oriente Medio, aunque de menor envergadura porque el número de visitantes es también inferior.

En los hoteles donde se alojarán los mandatarios habrá un control férreo, tanto en el interior como en el exterior, con gentes situados en la azotea y una estricta vigilancia de los aparcamientos en las zonas colindantes.

El edificio del Senado, sede de la reunión, estará especialmente controlado, así como el Palacio Real y el de El Pardo, lugares donde los mandatarios se reunirán para los almuerzos y las cenas.

Un autobús, especialmente diseñado para la ocasión, llevará a los jefes de Estado en sus desplazamientos, con lo que el Ministerio del Interior pretende facilitar las labores de protección, porque es más sncillo cuidar de su seguridad si van en un solo vehículo que si lo hacen en una comitiva de coches.

La escolta que los dirigentes iberoamericanos traigan consigo quedará supeditada a la coordinación prevista por las FSE. Incluso los 2.600 periodistas que ya están acreditados para cubrir la cumbre, dispondrán de protección policial.