Los detenidos responden a las identidades de José H.C., de 41 años; Moisés J.P., de 36 y Leandra Alejandra V.V., de 25, quienes pasaron hoy a disposición judicial.

Los hechos se produjeron minutos antes de las 18,00 horas de ayer, cuando una persona llamó al 091 para informar de un robo que, al parecer, se estaba cometiendo en una vivienda de la calle Centeera, en el madrileño distrito de Ventas.

Al inmueble acudieron dos vehículos policiales de la comisaría de Ventas y de la Brigada de Seguridad Ciudadana. En la puerta no había señales de fuerza. No obstante, los agentes llamaron al timbre y notaron que alguien observaba por la mirilla, pero no contestaba ni abría.

La Policía insistió hasta que, finalmente, un muchacho abrió la puerta. Este manifestó que no ocurría nada y que estaba acompañado de unos amigos. Sin embargo, mostraba un evidente estao de nerviosismo, por lo que los policías insistieron para que salieran los amigos.

Entonces, el chico se echó a llorar y dijo que unos delincuentes le tenían secuestrado. En ese momento se acercó a la puerta una anciana. Con rapidez, los agentes recogieron a la abuela y al nieto e irrumpieron en la vivienda.

En el sofá de la casa se hallaba recostada una mujer, en el cuarto de baño se escondía un hombre, mientras que el tercero estaba dentro de un armario ropero.

Además, la Policía recogió n spray de gas antiagresión, un cuchillo y dos medias que se encontraban esparcidos por el suelo, así como un revolver simulado, escondido en el tambor de la lavadora.

La vivienda estaba en total desorden, signo evidente de que había sido registrada. De hecho, a uno de los detenidos se le intervinieron diversas alhajas.

Según explicó en comisaría el muchacho, poco antes de las seis de la tarde sonó el timbre de la puerta. Era una mujer que dijo estar haciendo encuestas sobre las vacaciones. Al abir, dos enmascarados, que estaban escondidos se echaron sobre él y entraron en el piso.

Entonces, le maniataron con los cordones de sus zapatillas y comenzaron a registrar las habitaciones. La anciana no sufrió ninguna agresión, ya que es sorda y prácticamente no ve. Quince minutos después volvió a sonar el timbre. En esta ocasión era la policía.

Moisés J.P. posee dos antecedentes por robo y atraco y se encontraba en un permiso penitenciario de cuatro días. José H.C. ha estado detenido en seis ocsiones por tráfico de drogas, tenencia de armas, atraco y reclamación. Leandra carecía de antecedentes.