La sentencia relata que el condenado, de 45 años y apodado "El Rizao", ofreció en abril de 1997 a varios vecinos de Torreagüera facilitarles de forma rápida y sencilla el permiso de conducir a cambio de dinero, pues aseguraba ser amigo de uno de los ingenieros de la Jefatura de Tráfico de Alicante que se encargaba directamente de los exámenes.

Para ello, les pedía una fotocopia del DNI y cuatro fotografías y les citaba un día en Orihuela, donde realizarían un exámen teórico y oto práctico y obtendrían el permiso independientemente de que aprobasen o no. A cambio de ésto, las víctimas de la estafa pagaron al acusado cantidades que hacían un total de 980.000 pesetas.

Despues de haber cobrado estas cantidades, el estafador llegó a llevarles a Orihuela para realizar supuestamente el examen, y una vez allí les dijo que las pruebas se habían retrasado porque el ingeniero le había comunicado que había "imposibilidades técnicas" para realizarlas. Después, no volvieron a tener noticis de él, por lo que le demandaron.

No obstante, una vez iniciado el proceso, el estafador prometió a los cuatro devolverles las cantidades que le habían abonado, por lo que éstos retiraron la denuncia, pero no cumplió su promesa, por lo que volvieron a reclamar el dinero.

La Audiencia Provincial de Murcia le condenó a tres años de prisión por estafa continuada, y a indemnizar a cada uno de los demandantes con la misma cantidad que le habían pagado, sentencia que ratifica ahora el Tribunal Supremo