La sentencia del Alto Tribunal relata que el condenado se encontraba en septiembre de 1997 en una discoteca de la localidad madrileña de Mejorada del Campo cuando surgió una discusión por una bebida que se había caído.

A causa de este incidente, propinó un puñetazo en el rostro a su víctima, que perdió en el momento un diente y se trasladó al Hospital de la Princesa, donde tuvieron que extraerle otro que e le movía a causa del golpe.

La víctima de la agresión tardó tres días en curar sus lesiones, y precisó tratamiento odontológico para implantarle las piezas perdidas.

Por estos hechos, la Audiencia Provincial de Madrid condena al agresor a tres años de prisión y a indemnizar a su víctima con 27.000 pesetas y el coste de los implantes dentales, sentencia que es corroborada por el Tribunal Supremo.