Los magistrados de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, presidido por la juez Ángela Murillo, han encontrado a Otegi Eraso culpable de un delito de estragos terroristas, según consta en la sentencia hecha pública hoy.

El tribunal consideran probado que Otegi Eraso, siguiendolas consignas de la dirección de la banda terrorista, fue la persona que, sobre las 00.10 horas del 19 de septiembre de 2001, colocó un artefacto explosivo en la sede del Instituto Nacional de Seguridad Social de Zarauz.

La deflagración fue de "considerables dimensiones" y produjo "cuantiosos desperfectos materiales, aunque no conllevó daños físicos a las personas", según la resolución de la Audiencia Nacional. El artefacto estaba compuestos por cerca de dos kilográmos de explosivos y se encontraba alojado en el interior de un recipiente metálico.

El ataque fue reivindicado por ETA el 1 de diciembre de ese año a través de un comunicado publicado en el periódico francés "Le journal du Pays Basque" que al día siguiente fue reproducido en el diario "Gara".

Los magistrados han basado su condena en los papeles incuatados en el registro en noviembre de 2002 de la vivienda que los etarras Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica utilizaron en la localidad francesa de Bergerac.

La autoría de Otegi Eraso también se desprende de los papeles encontrados al que fuera jefe del aparato militar de ETA, Juan Fernández Iradi, alias "Susper", así como de las declaraciones prestadas por los agentes de la Ertzaintza que comparecieron en la vista oral.

Además de los tres años de prisión, el tribunal ha condenado al etarra a indemnizar con distintas cantidades de dinero a la Seguridad Social y a los dueños de los cuatro vehículos que se vieron afectados por la explosión.