La convocatoria ha sido respaldada en España por los sindicatos UGT, CCOO y SEMAF, que han llamado al paro a los trabajadores de Renfe, los trenes de vía estrecha de Feve y los ferrocarriles que gestionan las comunidades autónomas de Cataluña, Valencia y el País Vasco.

Renfe no aplicará servicios mínimos, por considerar que no son necesarios dada la corta duración de la huelga y que no afecta a las horas pntas de cercanías, que van de 6 a 9 de la mañana y de 6 a 9 de la noche, según confirmaron hoy a Servimedia fuentes de la compañía ferroviaria.

La huelga será secundada también en Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda, Portugal y Suiza.

Los sindicatos ferroviarios de estos países, al igual que los españoles, piden que los proyectos de liberalización del transporte de la CE no pongan en peligro los puestos de trabajo de los empledos del tren.

Los dirigentes sindicales españoles consideran que el rendimiento del ferrocarril no debe interpretarse en términos únicamente económicos, ya que la reducción del ferrocarril desviaría parte del tráfico de mercancías hacia las carreteras, produciendo más atascos y contaminación.

En su opinión, el coste del ferrocarril en España no es alto, ya que supone el 0,3 por ciento del PIB anual, frente al 1 por cien de la media europea.

Por esa razón, se oponen a la reducción de inversioes prevista por Renfe, que en 1993 ascenderán a 191.000 millones de pesetas, casi lo mismo que este año, pero que en el 94 disminuirán hasta 150.000 millones y en el 96 serán ya de 110.000 millones.