Según informó hoy la Dirección General de Policía, las víctimas eran sometidas a continuas amenazas y coacciones y en los últimos tres años habían sido víctimas de la red de prostitución más de 600 mujeres. En la operación han caído quince de sus principales miembros y dieciséis mujeres en situación irregular.

La operación se inició en junio del año pasado, las mujeres eran trasladadas desde Rumanía y alojadas en pisos de la organización que las amenazaba y controlaba continuamente.

El dispositivo policial dirigido por la Unidad Central Contra las Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) de la Dirección General de la Policía ha contado con la colaboración de las UCRIF de la Comisaría Provincial de Alicante y de la Jefatura Superior de Policía de Baleares.

A los agentes les puso en la pista de la organización criminal informaciones recibidas de las autoridades búlgaras, que avisaron de la residencia en España de un ciudadano búlgaro, Sasho Nedko A., quecontrolaba junto con sus "socios" una organización que explotaba entre cinco y seis mujeres en distintos clubes de alterne de Alicante, principalmente en Benidorm.

Tras diversas pesquisas realizadas por los investigadores, tuvieron conocimiento de que entre la comunidad búlgara residente en toda la provincia de Alicante, el mencionado Sasho Nedkov, proporcionaba etiquetas de visado falsas o manipuladas y estampaba sellos de entrada en territorio Schengen simulados en las páginas de los pasaportes de los búlgaros, que previo pago se lo solicitaban, para de esta manera legitimar su situación de ilegalidad en territorio español.

También se pudo averiguar que este ciudadano búlgaro regentaba desde hacía más de un año, junto con su compañera sentimental, Irena Dimitrova I., alias "Reni", unrestaurante al que sólo acudían ciudadanos búlgaros.

En este local y en el interior de la vivienda conyugal ocultaban los útiles para las falsificaciones que realizaba la red. Sasho disponía de contactos y enlaces en Bulgaria, que captaban a laspersonas que deseaban viajar a España y les facilitaban pasaportes búlgaros falsos de muy buena calidad.

Asimismo, alteraban los números de bastidor de vehículos previamente sustraídos, y la documentación de los mismos, y previa transacción económica facilitaban a otros ciudadanos búlgaros los útiles necesarios para realizar las manipulaciones en los chasis de los turismos, materializando, a través de elementos de su estructura delictiva, el tráfico ilícito de vehículos desde España a Bulgaria.

Comprobada toda la información, se continuaron las investigaciones tendentes a demostrar el tráfico de mujeres búlgaras que sin duda se estaba produciendo. Para ello, se judicializó la investigación, haciéndose cargo de la misma el Juzgado de Instrucción Uno de Benidorm (Alicante).

Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que han realizado la investigación han podido determinar que las mujeres búlgaras era alojadas en domicilios controlados por la organización. Las mismas eran instaladas en la vivienda situada en la parte superior del restaurante regentado por Sasho e Irena y en el chalet domicilio de ambos y residencia actual de otro miembro de la red, Vanja B.

Asimismo, la policía comprobó que los integrantes de esta estructura criminal, siguiendo las órdenes impartidas por Sasho, trasladaban a las mujeres en vehículos del grupo criminal, desde estas viviendas a los locales de alterne o clubes y zonas establecidas de la vía pública, donde ejercen la prostitución.

Una vez finalizada la "jornada laboral" o el periodo de tiempo convenido con los propietarios de los clubes, eran reintegradas a sus domicilios; por lo que estas personas estaban controladas en todo momento por algún o alguna persona componente de la organización.

La organización desarticulada mantenía el control sobre estas mujeres búlgaras, mediante palizas por encargo del principal responsable Sasho, que disponía de varios grupos de compatriotas dedicados, casi con exclusividad, a estos menesteres.

La actividad de esta organización abarca un amplio abanico de delitos entre los que se incluye, amenazas, lesiones, y el tráfico ilícito de vehículos. Esto indica, según fuentes policiales, la sofisticación y nivel de especialización que había alcanzado la organización objeto de la investigación policial.