TREGUA. EL GOBIERNO SUPEDITA LA MODIFICACION DE LA POLITICA PENITENCIARIA AL CONSENSO ENTRE LOS PARTIDOS POLITICOS

- "Hasta que no se produzca una explicitación de una voluntad real de abandono de la violencia, no podemos hablar claramente de un proceso de paz", afirmó el portavoz Josep Piqué

MADRID
SERVIMEDIA

El Gobierno supedita una posible modificación de la política penitenciaia a un consenso entre las fuerzas políticas, aunque por el momento no ve motivos para moficarla, según se desprende de la declaración que tras el Consejo de MInistros realizo el portavoz del Gobierno, Josep Piqué.

Piqué hizo unas declaraciones muy matizadas sobre la situación y sobre las reuniones celebradas hasta ahora por el presidente del Gobierno con dirigentes políticos. A las reuniones previstas para los primeros días de la próxima semañana del presidente del Gobierno con Carlos Garaikoetxea (E) y Xabier Arzalluz (PNV), se ha añadido hoy otra con Manuel Hermoso CC), que se celebrará el miércoles. No habrá encuentro con HB.

El portavoz del Gobierno aludió en primer lugar a las "interpetaciones muy dispares" que han reflejado los medios sobre sus declaraciones tras la entrevista de los presidentes del Gobierno y de la Generalitat, que desde su punto de vista "no constituían ninguna novedad respecto a lo que ha dicho sobre esta cuestión tan seria el Gobierno desde el primer día".

Agregó qe "estamos ante una cuestión que a nadie se le oculta que es enormemente importante, porque podemos estar en el inicio de la posibilidad de alcanzar finalmente la paz. Pero hemos dicho también desde el primer día que es una cuestión que hay que tratar con la máxima prudencia y la máxima cautela porque ni tan siquiera estamos en lo que podríamos denominar un inicio de un proceso de paz".

"Es simplemente", agregó, "una suspensión de actividades violentas y armadas por parte de una banda terrorista y hasa que no se produzca una explicitación de una voluntad real de abandono de la violencia, no podemos hablar claramente de un proceso de paz".

Reiteró que hasta ahora la historia de ETA "no nos permite otorgarle el beneficio de la duda" y recordó las palabras del presidente del Gobierno de que "la carga de la prueba no está en el campo de los demócratas, sino en ETA".

Sin embargo, el Gobierno "tiene la obligación de contemplar todas aquellas posibilidades que pudieran abrirse en una situación consoidada y fiable de abandono de la violencia. Ese es el sentido que yo quería darle a mis palabras de ayer", explicó el portavoz.

Continuó que por ello se produjo la iniciativa del presidente del Gobierno de convocar a los máximos representantes de todas las fuerzas políticas democráticas "para contrastar posiciones, intercambiar ideas, aportar la información de la que dispone el Gobierno y trabajar por esa posible paz dentro de los espacios de consenso que ya han alcanzado los partidos democráticos en l pasado y que pueden seguir alcanzándose en el futuro".

Tras señalar que en este marco de diálogo con todas las fuerzas políticas democraticas "se están empezando a decantar opiniones que desde el principio ha mantenido el Gobierno pero que pueden formar parte del acervo común", pasó a concretar alguna.

NO MEZCLAR

"La primera es que no hay que mezclar en absoluto lo que podríamos llamar la profundización hacia un proceso de paz, que tiene sus propias exigencias y sus propios condicionamientos,de lo que tiene que ser el debate político democrático en relación a las diferentes opciones que pudieran presentarse".

En cuanto a las reuniones, dijo que la celebrada con el PSOE "se desarrollo correctamente y hubo acuerdo en lo básico, que se explicitó después en sede parlamentaria el pasado miércoles". En cuanto a declaraciones posteriores de dirigentes socialistas, dijo que "en algún momento pueden haber habido interpretaciones distintas por parte de los actuales responsables del Partido Socialisa, pero creo que se puede afirmar sin ningún genero de dudas que hay un acuerdo en lo sustancial, de lo que los demócratas debemos congratularnos".

"Otra cuestión son otras opiniones de otras personas relevantes del Partido Socialista, pero que creo que son opiniones a las que en estyos momentos no hay que darles tampoco mayor significación", dijo en alusión presumiblemente a las declaraciones de Felipe González.

En cuanto a los posicionamientos de partidos nacionalistas a través de las declaracines de Barcelona y de Vitoria, se remitió a que el presidente Pujol dijo que "ha quedado absolutamente claro que hay que separar completamente" la agenda política de lo que es esa necesidad y esa iniciativa de conseguir una paz definitiva "que finalmente suponga no sólo el abandono de las armas, sino su entrega a las autoridades y, por lo tanto, la autodisolución de ETA".

Opinó que las cosas "van bien" y que el nivel de coincidencia en el diagnóstico de la situación, en el origen de la misma y en el pocedimiento a seguir es muy alto".

Asimismo señaló que el Gobierno está convencido de que "si se ha llegado a esta situación, en gran medida, además de la importancia fundamental de la movilizacioón social y de la capacidada de aguantar el sufrimiento por la violencia, ha jugado un papel fundamental una determinada política del Gobierno, básicamente en dos vertientes: la estrictamente antiterrorista y la penitenciaria".

"Esas políticas han dado buenos resultados y el Gobierno tiene la convicción e que debe mantenerlas", dijo antes de precisar que "si a partir de las conversaciones y de la búsquedas de consensos con el conjunto de las fuerzas democráticas sin distinciones llegare un momento en que pudiéramos tomar en consideración la posibilidad de cambiar esas políticas en un sentido u otro, evidentemente lo contemplaríamos. No se trata de cosas que puedan y deban mantenerse inamovibles a lo largo del tiempo y para siempre, pero hasta ahora la convicción del Gobierno es que eso ha dado resultadosde momento no ve motivos fundamentales para modificarlo".

(SERVIMEDIA)
25 Sep 1998
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