Aseguró que la posición del Gobierno es muy clara y que "tod el mundo sabe que es la que tiene que ser". Rajoy reconoció que la situación de tregua actual es "mejor que la anterior", pero recomendó analizarla con "cautela y prudencia", en espera de que se produzca el cese definitivo de la violencia.

"Hay que separar la situación actual de cualquier consideración de tipo político. El Gobierno no cambia la paz por la Constitución o los Estatutos", recalcó.

El ministro garantizó, sin embargo, que el Ejecutivo va a trabajar en serio y con firmeza, y calificó e "elucubraciones" las noticias que apuntan la posibilidad de que el Gobierno esté dispuesto a aceptar la presencia de HB en la Mesa de Ajuria Enea después de las elecciones del 25 de octubre.

Rajoy dijo que el Gobierno no espera un gesto concreto de Euskal Herritarrok para impulsar el proceso de paz, pero afirmó que lo que desea es el cese total de la violencia y el acatamiento de las reglas democráticas por parte de los violentos".