La superficie forestal de la Comunidad Valenciana es chequeada anualmente al estar incluida en las redes europeas de seguimiento de daños en los bosques. Los resultados de estos tratamientos han permitido reducir la suerficie con infectaciones, según ha apuntado el titular de la citada Consejería, Rafael Blasco. En concreto, se ha pasado de tratar 23.500 hectáreas a 7.500 en la actualidad.

Blasco ha incidido además en que los tratamientos actuales son mucho más respetuosos con el medio ambiente, ya que se ha disminuido la utilización de insecticidas introduciéndose métodos de control biológico (feromonas, puntos cebo, protección de aves insectívoras, etc).

De los 48 municipios de la Comunidad en los que se preende controlar y evitar la proliferación de esta plaga, que afecta al 5% de los pinares valencianos, 16 son de Alicante, 18 de Castellón y 14 de Valencia.

Esta nueva actuación forma parte del programa para la lucha y control de las plagas forestales que desarrolla la consejería de Territorio y Vivienda y al que destina anualmente una cantidad superior a los 600.000 euros.

La procesionaria del pino es un insecto autóctono únicamente presente en los pinares mediterráneos. Se trata de la plaga más cnocida de los montes valencianos debido a su espectacularidad, aunque rara vez produce la muerte de los árboles.