La FAO indicó hoy que cuando este acuerdo entre en vigor, los barcos pesqueros que deseen atracar deberán solicitar permiso con antelación en puertos especialmente designados e informar sobre sus actividades y el pescado que llevan a bordo.

Este protocolo dará a las autoridades portuarias la oportunidad de evaluar y detectar posibles problemas antes del atraque.

Además, permitirá a los países denegar el acceso a puerto a cualquier nave implicada en la pesca ilegal e identificada previamente por otros firmantes del acuerdo o por organizaciones regionales de ordenación pesquera.

El tratado también posibilitará que los puertos de desembarque designados sean equipados para realizar las inspecciones de los barcos, con el fin de buscar pruebas de actividades de pesca ilícita.

Sin embargo, la FAO señaló que "aún se tienen que cerrar algunos detalles finales del acuerdo en una futura ronda de negociaciones cuya fecha aún está por determinar".