Se trata de una serie de normas sobre la coordinación de disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los estados miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva.

Según explió el ponente socialista, Ramiro Cercós, la presente ley establece, con carácter general, que las entidades que presten el servicio público de televisión deberán reservar un 50 por ciento de su tiempo de emisión anual a la difusión de obras europeas, y a su vez, las cadenas deberán dedicar la mitad de ese tiempo a la emisión de obras cuya expresión originaria sea en lengua española.

"Esta Ley establece, además, la reserva de un 10 por ciento de aquel tiempo de reserva mayoritaria a la emisión de obras uropeas de productores independientes, de las cuales la mayoría deberán corresponder a obras producidas en los últimos cinco años", dijo Cercós.

El senador afirmó que en este proyecto se excluye el cómputo como tiempo de emisión de los programas de información, las transmisiones deportivas, los concursos o juegos, la publicidad y los servicios de teletexto.

También quedan fuera de esa medición las distintas variedades de "teletienda", como ofertas directas al público para la venta, compra, alquilr de productos o prestación de servicios y queda vedada la difusión de películas antes de un plazo de dos años desde su estreno en salas comerciales.

La excepción a esta regla serán los largometrajes realizados específicamente para la televisión o para soportes distintos de los de su exhibición en salas, o bien que exista un acuerdo en contrario entre el titular de la obra y la entidad difusora, o que hayan sido coproducidas por una cadena televisiva.