Este plan tiene como objetivo optimizar la situación actual -al margen de subvenciones- y el impacto de la finalización del contrato con el Estado, de forma que la compañía tenga una posición competitiva ante la liberalización de los servicios de transporte marítimo prevista para 1999.

El ejercicio de 1997, último cubierto por el contrato con el Estado, se cerrará todavía con pérdidas, debido en gran parte,según los directivos de Trasmediterránea, al impacto de los gastos de reestructuración de la compañía. Para 1998 y 1999 se prevé alcanzar unos beneficios del orden de 1.900 y de 3.200 millones de pesetas, respectivamente, sin subvención alguna del Estado.

Además de la reducción de plantilla, el Plan Estratégico tiene, entre otros, el objetivo de optimizar la flota reestructurando las líneas Península-Baleares ferry, Península-Canarias ferry y Tenerife-Santa Cruz de La Palma ferry. Se abrirá una nueva ínea con Marruecos (Almería-Nador y Algeciras-Tánger).

Dentro de la optimización de la flota también se suprimirán las líneas Tarragona-Palma en fast ferry, que se desplaza a Barcelona; mientras que los hidrofoil de Algeciras-Tánger y Tenerife-Cristianos-Gomera se cubrirán con otro tipo de buques e itinerarios.

La desinversión en seis buques, nuevos servicios a bordo en Baleares y tiendas autoservicio en el Estrecho, la revisión de condiciones laborales, reconversión de delegaciones en agencias, educción de costes en mantenimiento, reparaciones y combustible, mejoras en la calidad de servicios a bordo y la contratación exterior de servicios que se venían llevando a cabo por la empresa (lavanderías, jurídicos, médicos, almacenes y parte de talleres e informática) son otros de los objetivos del Plan Estratégico.