UGT puso de manifiesto que el problema es que los trabajadores de estas empresas, "que incumplen todo tipo de legislación, tanto de interior como laboral", obligan a sus empleados a desempeñar estas actividades para conservar sus puestos de trabajo.

Precisamente, un joven dennció ayer que cinco guardas jurados de la compañía Hexágono-3 le propinaron una paliza cuando pretendía entrar en la discoteca "Voltereta", situada en el complejo de Princesa, 3.

En su comunicado, UGT, que asegura haber recabado información sobre lo sucedido, señala que estos vigilantes jurados no tuvieron nada que ver en la agresión y que se limitaron a auxiliar al herido.

La mencionada central responsabiliza a la Delegación del Gobierno en Madrid de permitir a estas empresas de seguridad realizr sus servicio en la vía pública, al tiempo que acusan a las compañías de no impartir ningún tipo de formación a los empleados.