El trapero aprovechaba el permiso que tenía para recoger cartones en la empresa Ficomirror, de Cardedeu (Barcelona), para llevarse espejos retrovisores ya hechos o desmontados, y posteriormente venderlos. El detenido, que no pagaba ni recibía nada a cambio de recoger el material inservible, había llegado a crear un canal de distribución a través de la empresa Plásticos Núñez, con la que revendía el material robado.

Entre el género sustraido, valorado por la Guardia Civil en unos 280 millones, y que elhombre escondía entre los cartones, había modelos de retrovisores de la empresa automovilística Nissan que aún no habían sido comercializados, ya que correspondían a coches que saldrán la mercado dentro de un año. Las mismas fuentes indicaron que los robos podrían haber comenzado hace un año.

Los hechos se descubrieron, según explica el diario, cuando dos directivos de Nissan vieron, en un escaparate de una tienda de Murcia, el prototipo de retrovisor que aún no se vendía y que la empresa Ficomirror tnía en sus almacenes de forma legal a la espera de ultimar la producción del modelo.

Juan Miguel B.D. fue detenido por agentes de la 411 Comandancia de la Guardia Civil y del cuartel de Manresa (Barcelona), que encontraron productos de Ficomirror valorados en unos 30 millones de pesetas en un almacén propiedad del trapero. En una furgoneta del acusado también hallaron diversos objetos robados en la misma empresa por valor de unos tres millones, y un revólver calibre 38 sin marca.