Según los datos de Asintra, el transporte público consume 3 veces menos energía por pasajero transportado que el coche privado en Canadá y Oceanía, 3,7 veces menos en Europa y 10 veces menos en Japón.

Además, las ciudades que gastan menos energía en e transporte público son las más densas, donde los modos de transporte predominantes son los desplazamientos a pie, en bicicleta, en autobús y en tren. De esta forma, si los ciudadanos aumentan el uso estos modos de transporte, de un 15% a un 60%, pues la factura energética disminuye 4 veces.

Asimismo, el documento asegura que el uso de energía del autobús es de 3 a 5 veces más eficaz que el del autómovil en plena carga, si se analiza por persona y kilómetros recorridos, ya que un litro de combustible uede transportar a un pasajero a una distancia de 48 kilómetros en autobús y 18,6 en coche privado.

Finalmente, Asintra señala que es necesario crear un buen sistema de transporte público para que las ciudades "se vean menos afectadas" por la contaminación atmosférica, así como hacer un uso moderado del coche privado y "hacer cumplir las normas en términos de emisiones contaminantes".