El Ejecutivo ha preparado un decreto, que sustituirá al reglamento vigente de 1983, que endurece los requisitos exigidos para el transporte de estudiantes y menores.

Con la reforma, se rebaja de 18 a 16 años la antigüedad máxima permitida para los autobuses y se declara obligatoria la figura del acompañante en diversos supuestos, entre ellos cuando al menos la mitad de los ocupantes sean menores de 12 años.

La reforma también supondrá la prohibición por ley de lo que seconoce en el argot como "tres por dos", es decir, que tres niños puedan viajar en sólo dos asientos. En cuanto a la duración de los desplazamientos, los escolares no podrán permenecer en el vehículo más de una hora por cada sentido del viaje.

Amparo Valcarce, diputada del PSOE, se felicitó de que el Gobierno haya atendido las demandas de las asociaciones de padres y de la oposición, reforzando las medidas de seguridad de un transporte que utilizan cada curso cientos de miles de niños.